Jesús
Jesús

El pueblo judío era el pueblo de la ley por
lo que su religión era la religión de la ley. Para ellos esta ley era la
relación del hombre con Dios por lo que violar esta ley era gravísimo, tanto
que podía conllevar a la pena de muerte. El comportamiento de Jesús en
comparación con la ley se puede resumir en 4 puntos:
1. Jesús
quebranto la ley al tocar a los leprosos, tocar los cadáveres y curar intencionalmente
en sábado.
2. El
permitió que sus discípulos violaran la ley y también los defendió al comer con
los pecadores y descreídos, al no practicar el ayuno en los días establecidos
por la ley, al hacer lo que estaba prohibido hacer los sábados, entre otras
actitudes que realizaron.
3. Jesús
anulo la ley religiosa, la dejo sin efecto.
4. Jesús
contradijo las leyes y las cambio. Como cuando dijo que todos los alimentos
eran puros y anulo la legislación de Moisés de que los hombres se separaran de
las mujeres. La liberta de
Jesucristo nos trae como enseñanza que el bien del hombre está antes que toda
ley positiva.
En estos tiempos los marginados era la
mayoría de las personas ya que habían muchas personas que entraban en esta
categoría como los esclavos, los que no tenían origen legítimos, los hijos ilegítimos
de los sacerdotes, pastores, basureros, prostitutas, publicanos así como
también los que padecían enfermedades. Jesús llego para ayudar a estas personas
ya que los que tenían el poder y vivían bien eran precisamente puestos
reservados para los israelitas de pleno derecho. Para cambiar esto, Jesús tuvo
una ardua tarea donde resulto sorprendente, llamativo y provocador.
Para Jesús los pobres y desgraciados de
Tierra eran los más privilegiados en el reino. Jesús le decía a los que le
seguían que les dieran sus bienes a los pobres. En el banquete del reino de
Dios entran "los pobres, los lisiados, los ciegos y los rengos" y
Jesús recomienda que cuando se dé un banquete, se invite precisamente a los
pobres.
Jesús actúa de esta manera porque la nueva
sociedad, que proclama el mensaje del reino de Dios, es una sociedad basada en
la igualdad, la fraternidad y la solidaridad. Por consiguiente, en el reino de
Dios no se toleran marginaciones de ningún tipo.
Por ello nosotros debemos poner en práctica
las enseñanzas del señor ya que de nada sirve conocerlas si no se actúa.
La personalidad de Jesús está caracterizada
por tres aspectos su originalidad, su radicalidad y su coherencia.
Jesús rompe con todos los esquemas, salta por
encima de todos los convencionalismos. De tal manera que su personalidad es
irreductible a cualquier modelo humano. Jesús no tuvo límites y no dejo que
nada ni nadie le cambiara sus ideales ni su manera de hacer las cosas. Todo en
Jesús fue coherente porque todo estuvo en él determinado por su profunda
experiencia de Dios.
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